En el teatro, como en la vida, el caos es un espacio natural que genera energía y se dispara en direcciones que no podemos comprender. Imaginamos, conjugamos materiales, inventamos historias y soñamos nuevos futuros en un acto de creación caótico, lleno de energía y atravesado por momentos de paz meditativa, de espacio entre, de perfecta quietud. Fue así, generando preguntas que nos llevaban a más preguntas, como nos dimos cuenta de que crear, como vivir, es un acto caótico de resistencia a la muerte.